LUZ Y VERDAD, pareja, para muchos incondicional, que invoca la esencia del progreso intelectual en el ámbito académico y las tradiciones de Occidente. "Lux et Veritas" es el lema de la Universidad de Yale, institución cuyo prestigio nadie pone en duda, pese a estar ubicada en la novoinglesa ciudad de New Haven. Digo que "pese a estar ubicada" porque New Haven forma parte del poco decoroso grupo de las diez ciudades más peligrosas de Estados Unidos. Para el visitante de corta duración, New Haven parece, a primera impresión, una ciudad universitaria tipo Oxford-Disneyland, donde la juventud intelectual e intelectualoide palpita como un corazón de hule relleno de cerveza clara. Basta una mirada, despojada de arrobamiento, para identificar en las calles de New Haven desconchados que sugieren que LUZ Y VERDAD también producen sombra y desconcierto. Indigentes, alcohólicos, desempleados y "pobres" de diferentes calañas pululan en New Haven y se pasean en derredor de los zombis privilegiados de Yale. Hay que ver a los "niños bien", disfrazados como babuinos de cabellera lager, cómo se las arreglan para caminar por encima de los cuerpos embriagados de aquellos a los que "Lux et Veritas" no significa bastión sino injusticia edulcorada, privilegio blanco como la leche... Hace unos minutos he visto a un par de muchachas hurgando en un enorme bote de basura de color blanco en busca de algún comestible. No me asusta el hecho de ver a alguien revolviendo en el vientre de un bote de basura para llevarse un mendrugo a la boca (aunque es algo que debería asustarnos y llenarnos de furia y perplejidad), es sólo que en una ciudad que se congratula a sí misma por su preeminencia intelectual y acádemica, y sus consabidas vituallas políticas y económicas, la presencia de la miseria cobra un sentido casi irrisorio. Me explico. Para los privilegiados de Yale, la trascendencia y la superioridad intelectual reside en aceptar que nuestras sociedades están quebradas y que la indigencia y la explotación laboral es lo más natural de "este" mundo. Es como hubiera dicho Jorge Ibargüengoitia: Sálvese quien pueda y a los que no puedan pues que les den por culo. CARAJO.
Te van a quitar la beca.
ResponderEliminarNTC
Saludos, qué bueno que no te enfocas en la alabanza típica.
Si me la quitan, pues se las doy. A veces esa es la única manera de moverse.
EliminarLuz y verdad, entonces. ¿No son la misma cosa?
ResponderEliminarHojear el Libro abierto.
Hola, Víctor. Mi impresión es que en la tradición occidental "luz" es el principio intelectivo que nos lleva hacia la "verdad". La "verdad" es el absoluto, mientras que la luz es el camino para lograr el absoluto. Gracias por el comentario. Saludos.
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