miércoles, 5 de febrero de 2014

TRAYECTORIA- - - -DEL- -FRACASO- - - - - - - - - - -

(… se sugiere escuchar las rolas, adjuntas abajo, mientras se lee. Nota de Autor.)

No pretendo hacerme pasar por un pseudo musicólogo ni por un crítico de música principiante. Esta es sólo la impresión (cuyo objeto de observación es una de mis debilidades de la música pop) que tengo con respecto a dos rolas de Radiohead consabidas e, incluso, estereotípicas de la banda inglesa: “Creep” y “Nude”. Si consideramos que entre el lanzamiento de las dos canciones hay dieciséis años (aunque la historia cuenta que “Creep" es del 92 y que “Nude" fue escrita en 97, lo que hace pensar que en cuanto a diacronía no hay demasiada distancia entre las dos) podemos ubicar una detallada trayectoria entre las dos rolas, es decir, tiempo suficiente para transcurrir el fin de la adolescencia y llegar a los treintas ya como sombra de lo que el niño una vez fue. Todos los proclives al rock británico hemos escuchado “Creep”, una rola que justifica, junto con Nirvana y un puñado más, que la década de los noventa fue un soberano desmadre cubierto de un desencanto estéril y vanidoso. Y ahí estaba “Creep” para razonar y promover el delirio de una adolescencia contaminada por los residuos del amor ochentero: “I wish I was special / You’re so fucking especial”: helo ahí el lema del rogón torturado por su condición de poetastro: un tipo embotado de juventud, con jirones de adolescencia aún en el coco, que se intuye a sí mismo como un proscrito de su tiempo: es el clásico que leyó a Nietzsche en el metro y lloró rodeado de una multitud indiferente: es el que se hinca de pie, por orgullo, para reclamar su rebanadota de amor, por eso dice: “I want you to notice when I’m not around”. La letra misma de “Creep” evidencia aún cierto desorden y confusión en cuanto a un propósito concreto, bien definido. Se trata de una letra fabulativa en forma de cascada que se precipita hacia la explosión axiológica y, en suma, hacia la declaración iterativa de las más elevadas aspiraciones: “I do not belong here / I do not belong here”. El cabrón termina negando su pertenencia porque le produce gozo el aislamiento, sin intuir que esta postura bulliciosa lo convierte en átomo elemental y necesario para construir los noventas. “Creep” anuncia que el ARRASTRADO/ORGULLOSO/CHILLÓN aspira a consumarse en la no-pertenencia y en el amor al autoboicot, su vocación es romántica y afiladamente cursi, es decir, una nube encabronada buscando su lugar en la bóveda celeste del siglo XIX.


“Nude”, por su parte, tiene muchas semejanzas con respecto a “Creep”, pero ya desde los títulos se puede intuir que el arrastrado/rogón/arrogante ha llegado a un punto en el que lo ha perdido todo y su desnudez es palpable. La letra de “Nude” es más breve y su última estrofa, de un solo verso (“You’ll go to hell for what your dirty mind is thinking”), representa el fin de la no-pertenencia, se reconoce la existencia de un infierno trascendental/teleológico y se asume una moral de anulación del pensamiento. Ya no hay grandes aspiraciones y esto se declara desde el principio como una sugerencia imperturbable (“Don’t get any big ideas / they’re not gonna happen”). La voluntad de la voz plañidera y trascendental que escuchamos en “Nude” significa la derrota del chaval todopoderoso que no pertenecía en “Creep”. El tipo de “Nude” es un webón asfixiado por su derrota, por no haber sido capaz de recorrer la no-pertenencia bajo el dictamen de la moral del granChingón, del chingonazo vergaArdiente… Lo que no pasa inadvertido es que ambas voces, el par de Creep-Nude, son arrogantes y orgullosos, les encanta catapultarse en las cuerdas más tensas del cuadrilátero, ambos quieren caer y hacerse mierda, pero el rogón de “Creep” quiere aterrizar en el fondo de su derrota con el mundo entre las manos, mientras que el lacrimoso de “Nude” quiere permanecer en el fondo de su inmovilidad con las manos atadas por la espalda. Acaso en la línea del mero centro de “Nude", la que parte la canción en dos, como ombligo biliar, versa un pernicioso alegato: “Now that you’ve found it, it’s gone”: porque la voz de “Creep” tiene el designio de hallar, de abrazarse al encuentro de su destino hasta reventar de placer, pero la voz de “Nude” ha perdido la voluntad y suprimido sus aspiraciones de encontrarse con su destino, o lo encontró sin darse cuenta; como sea, el destino se ha ido. En todo caso, y desde mi silla de crítico de música principiante, entre “Creep” y “Nude” he trazado tantas veces la perfecta trayectoria del fracaso, de hallarme de pie en una explanada donde mi mera presencia produce un catatónico repiqueteo fluvial: has fracasado tras perseguir tu propia trayectoria…     











    

2 comentarios:

  1. Te copio lo que escribí en facebook también aquí, este espacio dignifica un poco más mi humilde contribución:

    Laguna, lo primero felicitarte por esta pieza. Deberías seguir dándole a la crítica musical, los modernitos gafa-pastas que escribían para Rockdeluxe (la revista española que flipa y alucina con las modernidades del momento y que yo leí con fruición en mis tiempos mozos) tienen mucho que envidiar a tu estilo lírico y sagaz. En cuanto a lo que dices sobre las dos canciones, estoy en tu barco, las dos trazan la trayectoria del sujeto derrotado y trascendente abrazado a la bandera de la derrota. Quizás eso de pintar un demoledor cuadro de la crisis finisecular en Ok Computer más que un hito musical (que lo fue) es un paréntesis de grandeza que repetía lo ya anunciado en esas dos canciones de manera más directa y visceral. De todas maneras si trazamos el arco de tiempo por la fecha en que fueron puestas en un disco, entre "Creep" y "Nude" quedan un puñado de torturadas proclamas como "Life in a Glasshouse", que es la conciencia lacerada del penitente que observa la mierda del mundo y se inserta en una retórica paranoica acerca de un sistema opresor que todo lo oye ("Well of course I'd like to sit around and chat. But someone's listening in"); "Let Down" sería la épica caída en la alienación de la vida moderna que es la misma que produce las condiciones de la infelicidad que glorifican "Creep" y "Nude"; "I might be wrong" supone la posibilidad de una grieta en el destino derrotado de tus dos canciones: ("Open up, let me in / Let's go down the waterfall / Have ourselves a good time / It's nothing at all /Nothing at all /Nothing at all") una apertura hacia un espacio de caída, hacia un universo de ligereza carente de infierno, donde se puede flotar en la inconsciencia. Pero me temo que esto no es más que una impostura, que el sujeto de estas canciones tiende a tirar más por lo dramático y eso le lleva a las poses suicidas expresadas en una brevedad lírica que abunda en la sugerencia. Esto último es lo que presenta la mejor rola del último album de Radiohead. En "Codex" toda la letra ocurre en un suspiro: "Sleight of hand / Jump off the end / Into a clear lake / No one around / Just dragonflies / Fantasize / No one gets hurt / You’ve done nothing wrong / Slide your hand / Jump off the end/ The water's clear and innocent / The water's clear and innocent". Como mucho antes en "Exit Music" donde había un suicidio compartido para aliviar las penas del mundo, aquí se postula una salida que termina siendo un recurso, una pose, una reafirmación de esa voz de poetastro desencantado que rescata la "bóveda celeste del siglo XIX" para dejar constancia de la incapacidad de vivir las supuestas bondades de nuestra época.

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